miércoles, 27 de noviembre de 2013

# Notas del celular I

26/11/2013     -      23:18


Supongo que cuando te das cuenta de que la persona que querés hizo el amor con quien él ama, algo irreparable de vos se quiebra.
Algo que no se puede explicar.
Es una abertura que no se cierra, algo que no entendes.
Yo no entiendo.
No se que es lo que hace que no me importe, o que si me importe y no lo demuestre, que es otro tema diferente.
Quizá tenerlo al lado (como tantas otras noches) y sentirlo tan tan lejos (si, otra vez, como tantas otras noches)
Pero hoy es diferente.
Las sabanas donde hoy estoy sentada, lo que roza mi piel, su piel, su boca, su sexo, todo anoche le perteneció a ella, entre risas y besos él se entregó a ella, con amor, con su ser.
Tocó su sexo con amor, la besó como su cada beso fuera el último de sus besos.
Tendría palabras suficientes como para describir cada acto de amor que le brindo, pero como que me duele.
Me duele porque sé, en el fondo, que hace año y medio vengo intentando resistirme a la idea de que la ame tanto, de que sea de ella quien está enamorado, y no de mi.
De que hacer el amor con ella realmente sea hacer el amor, con besos a derrochar por su cuerpo con caricias que le demuestren todo su afecto. Y no como nuestro sexo; ese sexo casi vacío, casi siempre presionado por mis ganas de sentirlo mío, aunque sea u instante. Ese sexo sin besos, sin caricias, sin nada mas que un coito de ¿veinte minutos? el cual terminaba con darnos la espalda, sin besarnos, sin hablarnos, sin siquiera decirnos 'Buenas noches'.
Imagino la infinidad de cosas hermosas que debió haber sentido en su pecho al besarla, como su piel se estremecía mientras rozaba su espalda, cubriendo su cuello con besos.
Se siente frustrante, demasiado frustrante, describir cada acción basandome en todo lo que o sentía cuando hacíamos el amor. Cuando yo sentía que era hacer el amor.
Con tiempo asumí que yo sentía mal, y creí que si me esforzaba lo suficiente  podría lograr que algún día me amara a mi, y no a ella.
Siempre le dí de mas.
Siempre sentí de mas.
Siempre lo quise de mas.
Y ahora, supongo, que esto duele de mas también. En cierta forma me decepciona, era como negar lo inevitable, no se puede querer tapar el sol con un dedo por siempre, ni perseguirlo por el mundo con el fin de mantenernos presos en una irrealidad en la cuales no somos ni felices ni tristes, siempre conformándonos con poco, intentando de mas para obtener lo que sabíamos que jamás iba a llegar.
Hay cosas que no voy a poder cambiar, y sentimientos que no van a dejar de doler cuando alumbre la luna.

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